Petróleo Sangriento

Posted on 23:07 by Álvaro Zúñiga | 0 comentarios

There will be blood. (2007)

La historia de Petróleo Sangrieto es sencilla, un jóven minero quien se adentra al mercado del petróleo llega a tener un emporio para finales de 1920. Suena simple, pero lleva casi 2 horas y 45 minutos contarla. En un principio pensé que se trataba de una obra maestra, quien hasta ese momento era realizada por el desconocido Paul Thomas Anderson, el resultado es absurdo. Muchos blogs y páginas de internet dijeron que esta película es una obra maestra, la mejor del nuevo siglo... por favor! el gran problema sencillo pero elemental es que no hay historia, asi de simple.


Upton Sinclair, escritor original de esta novela, la terminó hace más de un siglo; así que mientras Thomas Anderson paseaba aburrido por las calles londinenses, se le ocurrió entrar a una librería y perturbado por su añoranza a los campos californianios decidió hacer una película o podría llamarle una serie de tomas (majestuosas eso si) de lo que sería la vida de los mineros en el sur de Estados Unidos. Anderson caracterizado por decir sus historias, asi como de sus finales aburridos, lleva a la pantalla la vida de Daniel Plainview (intepretado por el ahora dos veces ganador del Oscar De Lewis), quien atrapado por su ambición de control territorial, asesina, adopta y golpea a quien se le pone en frente. Lo curioso es que en pantalla y luego de varios minutos, el personaje cansa, aburré.La única salvaguarda es el pequeño chico que lo acompaña a todas partes y la actuación no tan buena de Paul Dano para armar un grupo de actores jóvenes pero sin gran carisma. Por cierto, la escena de la explosión del pozo petrólero dio a esta cinta varias nominaciones al oscar, desde arte hasta mezcla de sonido, favor de checar, es magnífica. Sin embargo, a pesar de la fotografía y la musica de la película, por lo demás, es mejor esperar que otro círculo de erudítos en el área opte por otro churro de películas como ésta para cambiar de tema. No es recomendable a menos de que no haya nada que hacer, tener 3 horas libres, un buen de palomitas y un anímo perdurable para "captar" esta mágia escondida del séptimo arte.

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