Horton hace honor al relato infantil

Posted on 1:04 by Álvaro Zúñiga | 0 comentarios


La historia gira alrededor del elefante Horton, guía de cachorros de diferentes animales en una selva totalmente fantástica en la que conviven canguros, monos y buitres con voz transilvana (Vlad, gran personaje). Un buen día, el paquidermo encuentra una mota de polen y descubre que allí vive toda una sociedad que desconoce que su mundo, a la deriva, está en peligro. Nadie cree a Horton que ese mundo existe; paralelamente, nadie en el mundo de los Quién –los graciosos homúnculos de la mota de polen– cree en su Alcalde, el único que puede comunicarse con el elefante.


La trama gira alrededor de la tolerancia, la confianza y el valor de la imaginación. La historia es la más simple: el elefante tiene que trasladar el pequeño mundo que tutela a un lugar seguro. Siempre hay un villano (una canguro que desconfía de las cosas raras y la imaginación, paralela a los políticos incrédulos de la ciudad Quién) y un final feliz y luminoso. Nada más.O sí, algo más: los realizadores optaron por aprovechar al máximo los diseños del cuento original del libro de Dr. Seuss, la capacidad histriónica de los actores que pusieron las voces en el original (Jim Carrey y Steve Carell, básicamente) para diseñar los gestos de sus criaturas y, muy especialmente, no caer en la demagogia de muchos animadores que llenan películas con guiños a los adultos en una búsqueda desesperada de multiplicar el target.Horton... tiene un alto grado de invención visual, pero lo clave es que estos inventos (el interior del observatorio, por ejemplo, hacia el final de la película) no aparecen como ilustración aislada de egolatría técnica, sino que están en función del relato.De esta manera, la tecnología deja de aburrir y pasa a un segundo plano: el espectador se deja llevar por el mundo que ve y por habitantes con los que puede identificarse. Habitantes que incluyen muy buenos secundarios (un raro bicho con cara de bebé y comportamiento por lo menos inquietante, un ratón hipernervioso, el hijo del alcalde –que parece el joven nietzscheano de Pequeña Miss Sunshine) creados con evidente amor por el arte animado. Horton y el mundo de los Quién es, en definitiva, un objeto raro: una película que no busca ser grande y descansa en el viejo y querido arte de contar un buen cuento

0 comentarios: